¡Aaah, la fantasía! Ese género tan denostado y juvenil, con sus orcos, espadas mágicas y reinos que salvar. Esa etiqueta que hará que los literatos más aguerridos no toquen el libro ni con un palo. Esa maravillosa forma de evadirte de un mundo aburrido y soñar. Ese término que parece encerrar tan poca y a la vez tiene tanta variedad…
¿Cómo? ¿Variedad en fantasía? Sí, corazón. Aunque durante un tiempo la cabeza visible de la fantasía fuesen Tolkien y su luz contra la oscuridad, hay vida más allá de los caballeros buenos contra los monstruos malos. Seguro que tú ya lo sabías, pero es posible que no te hayas parado a pensar hasta dónde pueden llegar los subgéneros. Si crees que la fantasía no es lo tuyo, échale un ojo a esta lista antes de afirmarlo de manera tan rotunda. Si eres un lector habitual, te animo a que amplíes tus horizontes y pruebes algo fuera de tu subgénero preferido.
Que conste que esta es una lista muy corta y bastante resumida; además, los subgéneros tienden a solaparse unos con otros y llegado a un punto es difícil distinguirlos de la ciencia ficción. Te invito a quejarte de ello en los comentarios.